Pereyra

Federico y Fernanda Pereyra han compartido desde siempre no sólo su apellido sino también su amor por el vóleibol, pero desde la semana pasada tienen una cosa más en común: los dos son deportistas olímpicos.

Mientras que Federico, de 33 años, es parte del seleccionado nacional de Argentina en el vóleibol olímpico por segunda vez en su carrera, su hermana menor Fernanda, de 30 años, disputa sus primeros Juegos Olímpicos en vóleibol de playa, junto a su compañera Ana Gallay.

CKU_BVB_CHN_ARG_003

“Compartir esta experiencia olímpica con ella es algo muy especial para nosotros”, dice Federico, que también estuvo presente en los Juegos de Londres 2012. “Aún más para nuestra familia. Todos están muy felices y disfrutan mucho de vernos competir aquí.”

Su experiencia olímpica no ha resultado exactamente como la soñaron ya que, por las restricciones sanitarias que limitan el acceso a las sedes, ninguno de los hermanos ha podido ver al otro jugar en persona, pero eso no les impidió apoyarse mutuamente y reunirse para disfrutar este momento tan especial para ellos y sus familiares.

“Lamentablemente, no pudimos estar en los estadios cuando el otro jugaba, pero siempre estamos siguiendo los partidos del otro y apoyando”, explica Fernanda. “Tratamos de encontrarnos cada vez que es posible y disfrutar juntos la experiencia en la Villa Olímpica.”

Fernanda ya se sentía una privilegiada por tener un olímpico en la familia por lo que, cuando le llegó la chance a ella, no tuvo reparos en pedirle consejo a su hermano mayor, luego de haber clasificado junto a Gallay al ganar las Finales Sudamericanas de la Continental Cup en el mes de junio.

“Siempre me decía que sólo los mejores están en los Juegos Olímpicos y que la clave es jugar relajado y aprovechar cada oportunidad que un oponente te da”, cuenta. “También, que los partidos pasan muy rápido y que los detalles pueden ser lo que haga la diferencia.”

Efectivamente, los partidos han pasado rápido para Fernanda Pereyra y Ana Gallay, ya que la dupla terminó su paso por el torneo después de los tres partidos de fase de grupos, frente a Agatha Bednarczuk y Eduarda ‘Duda’ Lisboa de Brasil, Heather Bansley y Brandie Wilkerson de Canadá, y Fan Wang y Xinyi Xia de China.

Federico y sus compañeros todavía tienen un partido clave por delante, contra los Estados Unidos este domingo, y el opuesto sabe que contará no sólo con el apoyo de su hermana, sino también con el de sus padres, que reemplazaron el día por la noche para seguir a sus hijos a casi 20 mil kilómetros de distancia y en un huso con 12 horas de diferencia.

“Han tratado de ver todos los partidos que pueden”, dice Fernanda. “La diferencia horaria es enorme y eso lo hace más difícil, pero ellos igualmente no pueden estar más contentos por eso y lo están disfrutando mucho.”