Alix Klineman habló poco después de que ella y April Ross se quedaran con el título del vóleibol de playa femenino en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. No era la primera vez que lo hacía. Y obviamente, estaba hablando en agradecimiento a su compañera.
Olympic Games Tokyo 2020 - Beach Volleyball
April y Alix: Un riesgo que valió la pena
Cómo una dupla que parecía una apuesta se convirtió en la pareja perfecta
Publicado 02:08, 06 ago 2021
“La gente debería darse cuenta del riesgo que April tomó al aceptarme como compañera, porque cuando nos juntamos yo tenía menos de un año de experiencia en la playa, sin jugar a un alto nivel…”
“Simplemente tuvo en cuenta mi experiencia en indoor, mis objetivos y mi motivación… Creo que se dio cuenta de lo mucho que quería esto. Pero primero tuvimos que jugar partidos de clasificación por país y, si no nos hubiera ido bien, podríamos haber quedado en instancias de qualy por mucho tiempo. Ella vio algo en mí que nadie más notó, y estoy muy agradecida de que viera mi potencial y apostara por mí”, continuó Alix.
Con 39 años, April Ross es una de las estrellas del vóleibol de playa de los Estados Unidos, y a partir de hoy tres veces medallista olímpica. Consiguió una medalla de plata en Londres 2012, un bronce en Río 2016 y el oro en Tokio 2020. Entre los numerosos logros que acumula en su carrera en la arena, tiene un título en el Campeonato Mundial FIVB de Vóleibol Playa en 2009 y dos medallas de plata consecutivas, en 2017 y 2019. El éxito más reciente en cada una de estas competencias lo obtuvo junto a su actual compañera Alix.
Hasta hace unos cuatro años, Alix era una exitosa jugadora profesional en el vóleibol indoor. Había llegado a integrar la selección nacional de Estados Unidos y jugado en clubes de primer nivel en Italia y Brasil, pero decidió perseguir su sueño olímpico en la playa. En 2018, hizo dupla con April y empezó a recolectar medallas en el Circuito Mundial FIVB. Pero, ¿qué vio April en ella?
Alix and April during time-out
“¡Muchas cosas!” respondió April. “Más allá de su capacidad física, su ética de trabajo, su inteligencia y su intensidad son enormes. Cuando te preparas para algo como esto, necesitas alguien que trabaje duro todos los días y tenga un fuego en el trasero. Y conocía su historia. Sabía que estaba pasando al vóleibol de playa para llegar a los Juegos Olímpicos y, al tomar semejante riesgo por sí misma, sabía que iba a aportar un factor de motivación enorme. Tomé en cuenta todo eso y funcionó.”
“Creo que nuestro éxito es también un testimonio de la ética de trabajo de Alix. No creo que debas ver su historia y decir ‘ah, es fácil hacer la transición al vóleibol de playa’, porque es sumamente difícil y mucha gente no ha sido capaz de hacerlo. Entonces, el hecho de que ella haya tenido éxito es testimonio de toda su dedicación en los últimos años.”
“Nuestra comunicación y respeto por la otra es verdaderamente fuera de serie. Jamás jugué con una persona tan abierta y honesta, que quiera comunicarse tanto y entender cómo son las cosas. Si algo no funciona, resolvemos el problema juntas. Si estoy haciendo algo que le molesta, hace que le preste atención. Trato de no enojarme y buscamos trabajarlo juntas, y viceversa.”
“A veces es difícil. Hay tantas emociones y tantos altibajos, pero realmente nos mantenemos en sintonía y nos respetamos mutuamente. ¡Eso es enorme! Creo que es una gran parte de por qué llegamos hasta donde llegamos.”
April and Alix in action during the Tokyo 2020 final
“No me sorprende el éxito de April”, dijo Alix. “Entrenamos todos los días, estoy junto a ella todo el tiempo y puedo ver lo motivada y decidida que es en todos los aspectos de su vida, ya sea para leer un libro sobre cómo mejorar la mentalidad o escuchar un podcast sobre cómo mejorar la recuperación… Siempre está tratando de estar a su máximo. No creo que sea una coincidencia que ella haya estado aquí tres veces. Le tengo muchísimo respeto. Me ha enseñado mucho en este viaje, así que estoy muy agradecida de estar a su lado.”
Alix’s Olympic gold euphoria
El viaje de April y Alix comenzó justo antes de la temporada 2018 de vóleibol de playa. En nada menos que su primer evento de Circuito Mundial juntas, el torneo de 4 estrellas de La Haya en enero, llegaron a lo más alto del podio. Un éxito inmediato.
Más tarde ese año, ganaron también las finales del Circuito Continental de NORCECA. En 2019, añadieron tres medallas de oro y una de plata a su colección de Circuito Mundial y llegaron a la final del Campeonato Mundial en Hamburgo. La temporada internacional 2021 empezó para ellas con un oro en el torneo de 4 estrellas de Doha, siguió con dos bronces en Cancún y llegó a su pico con el oro olímpico en Tokio.
Mission accomplished
“Todo todavía me parece tan surrealista. Estaba tan orgullosa de todas las otras medallas. No era que sentía que tenía que volver a los Juegos para vengar algo. Estaba tan feliz con esas experiencias olímpicas que simplemente empecé a soñar con ir por otra”, dijo April. “Y ahí encontré a Alix, nos empezó a ir bien y ella comenzó a mejorar tanto que de alguna forma se materializó un ‘oh, quizás tenemos chances de una medalla de oro olímpica’. Sin Alix y todo el trabajo duro que le aportó al equipo, no sé si hubiera sido posible. Así que estoy eufórica y muy agradecida de que todo haya funcionado.”
“Fue genial haber podido premiarnos una a la otra con estas medallas”, agregó Alix. “Sé lo mucho que April ha trabajado y ella sabe todo lo que puse para esto, así que fue muy especial para nosotras estar juntas arriba del podio, dándonos mutuamente esa medalla. Queríamos tanto esto, soñamos con este momento y trabajamos tanto para conseguirlo que fue un momento increíble.”
